En la entrega anterior, afirmaba que la elaboración de pictogramas ni resulta fácil ni es asunto baladí, pues de su calidad dependerá el éxito de la comunicación.
A continuación, enumero una serie de pautas muy básicas para el diseño de pictogramas como herramientas de apoyo a la comunicación con el paciente.
1. Como cualquier material destinado a los pacientes, los pictogramas y las letras, palabras o frases que le acompañan han de estar adaptados a las necesidades del destinatario al que se dirige.
2. En caso de que vayan destinados a varios colectivos, de que se trate de un material genérico, deberían ser comprensibles para el mayor número de personas posible, independientemente de su edad y habilidades cognitivas y lingüísticas.
3. Los pictogramas, como se propone en Pautas de diseño de pictogramas para todas las personas, además de ser comprensibles, deben «permitir a cualquier persona, en la práctica, identificarlo correctamente. Es decir, debe ser legible [...]».
4. A la hora de elaborar la traducción inversa de los textos que suelen acompañar al material pictográfico para pacientes extranjeros, es necesario contar con profesionales de la traducción, y no endosarle el encargo al nativo de turno, pues ser nativo de una lengua no es garantía alguna para ser un buen traductor, y menos un traductor médico. Ese intrusismo profesional de los llamados «nativos», como denuncia José Yuste Frías, es, en no pocas ocasiones, el responsable de una buena sarta de errores y disparates como los que podemos observar, por ejemplo, en la versión alemana de los paneles de comunicación del Servicio Andaluz de Salud. Así, llama poderosamente la atención en la redacción del alfabeto la inclusión de la letra ë, inexistente en alemán; sin embargo, omiten curiosamente la letra ö y la Eszett alemana (ß), que sí forman parte de él. Pero más sorprende aún el hecho de que la expresión «QUIERO HACER CACA» la hayan traducido por «Ich möchte abklären», que ni el hablante de alemán más versado entendería por cuanto en este contexto no significa absolutamente nada, en vez de haber empleado la correcta y frecuente en el ámbito sanitario «Ich muss den Darm entleeren».
5. Por último, es conveniente realizar algún tipo de evaluación y revisión de los materiales antes de su elaboración definitiva y distribución, y, sobre todo, invitar a un grupo representativo de los usuarios finales a colaborar en su diseño para conocer su opinión y comentarios, lo que permitirá asegurar su grado de eficiencia.