La tira cómica —publicada periódicamente en diarios, revistas y más recientemente en páginas de Internet— se desarrolla en unas pocas viñetas (normalmente entre tres y cuatro), dispuestas horizontalmente en una o dos filas y dibujadas tanto en blanco y negro como en color.
El uso de este formato para la promoción de la salud y la educación médico-sanitaria de la población general aún no es habitual en España, pero sí en países como los Estados Unidos.
Pienso, por ejemplo, en la serie de tiras cómicas de Baldo, destinada en su día —del 30 de junio al 10 de julio de 2009— a educar a las familias hispanas en materia de diabetes y animar a los lectores a contactar con la Alianza Nacional para la Salud de los Hispanos a fin de obtener más información sobre dicha afección.
Ignoro si los artífices de esta campaña lograron sus objetivos, pues, que yo sepa, no hay estudios al respecto. Pero hay que reconocer que la iniciativa es digna de atención, sobre todo teniendo en cuenta que la tira cómica, que vio la luz hace 14 años, se publica en más de 200 periódicos de los Estados Unidos en español e inglés, lo que la convierte en una herramienta didáctica nada desdeñable.